miércoles, 11 de diciembre de 2013

Información geográfica



 Isla Puna (Isla Puná) es una isla (class T - hipsográfica) en Provincia del Guayas (Guayas), Ecuador (South América) con un código de región de Americas/Western Europe. Se encuentra a una altitud de 5 metros sobre el nivel del mar.
Isla Puná se conoce también como Isla Puna, Isla Puná, La Puna, La Puná.

Sus coordenadas son 2°49'60" S y 80°7'60" W en formato DMS (grados, minutes, segundos) o -2.83333 y -80.1333 (en grados decimales). Su posición UTM es NS98 y su referencia JointOperationGraphics es SA17-11.

La hora local actual es 12:58; el sol sale a las 07:48 y se pone a las 19:56 hora local (América/Guayaquil UTC/GMT-5). La zona horaria de Isla Puna es UTC/GMT-5
En 2013 el horario de verano comienza el - y termina el -.

A Isla es una extensión de tierra, más pequeña que un continente, rodeada de agua en la pleamar.



La Isla Puná, una travesía por las riberas del Guayas
Recorrer las 26 millas náuticas permite estar en contacto con el ecosistema y extasiarse con puntos ribereños que forman parte del Golfo de Guayaquil.
Tener tan cerca al río Guayas debe ser para aprovecharlo, y un viaje a la isla Puná es una oportunidad propicia.
Recorrer las 26 millas náuticas hasta pisar la isla es mantener contacto con la flora y la fauna, así como enriquecer el acerbo cultural con leyendas de la legendaria parroquia rural del cantón Guayaquil, está situada en la desembocadura del río Guayas y sus afluentes.

La travesía, que puede durar tres horas de ida y el mismo tiempo de regreso, depende de las condiciones oceanográficas (si la corriente marina está a favor o en contra), ofrece un espectáculo en las aguas del río Guayas en el que destacan los bufeos (variedad de los delfines), que dan la bienvenida a los turistas a cinco millas de distancia.

Los acrobáticos saltos acompañando al transporte fluvial son el deleite de quienes desean disfrutar de su compañía.
El paseo se hace a bordo de lanchas a motor o embarcaciones artesanales, en donde los turistas recrean su vista y despiertan la curiosidad por conocer sobre los astilleros navales.

Las emociones aumentan cuando las amarras se alejan de las radas y, dejando de lado los temores y peligros (para aquellos que no saben nadar), los visitantes buscan la mejor ubicación en los escaparates y proas para observar las naves acoderadas a lo largo del malecón.

También se avizora el tráfico de remolques y canoas llenas de banano y camarones, y asimismo se divisan las señales marítimas como los faros y las boyas flotantes bordeando los diversos puntos de la geografía.

El periplo avanza al pie del manglar con hermosos paisajes, sigue por La Josefina, desemboca en el estrecho de La Angostura desde donde es visible un barco que se incendió en plena ría.

A lo largo aparece Punta de Piedra, antigua base y fortaleza que guarda vestigios de los cañones utilizados para resguardar la integridad territorial de las invasiones de los piratas.

Más adelante Puerto Roma, luego Puerto Santa Rosa en la isla Chupadores Grandes, la isla Mondragón y el estero Grande, lugares habitados por pescadores.

Al llegar a la isla Verde se aprecia la población y las cúspides de los cerros de Mala, Yansún y Sambapalo, cuyas elevaciones cautivan a los visitantes.

Entre los atractivos están salientes al mar como los de Punta Mandinga, Punta Arenas, Punta Bajada o los Farallones que, por su cantidad de islotes, posee una fauna variada.

Aunque sus encantos naturales son desconocidos y poco explotados, su arqueología y playas tranquilas y apacibles deleitan a quienes la visitan.

Su riqueza ictiológica llama la atención por la variedad de peces, conchas, camarones y cangrejos que se adaptan a su clima ardiente y seco.

La prodigiosa tierra permite cultivar frutas tropicales y entre estas la apetecible chirimoya, que todos los años abre la temporada en el mes de mayo y hay un festival con su nombre.

También encontramos manantiales de agua, colinas calizas y algunas minas de yeso, caolín y azufre.

Puná también es historia. Los relatos de los punaes (oriundos de esta localidad) se remontan a los tiempos aborígenes. En este escenario se libraron importantes acontecimientos bélicos que marcaron la independencia del país.

Sus artesanos se dedican por completo a la navegación. Todavía en sus calles se arman embarcaciones similares a los galeones que llegaban a través del canal de Jambelí  y el Morro hasta el puerto de Guayaquil.

El pasado se reconstruye mediante la recolección de las manifestaciones artísticas. Se tallaban ídolos como sapos, largartos, pelícanos, monos y lechuzas en las que incrustaban piedras y perlas extraídas del lugar.
 

Isla Puná, la isla encantada del Ecuador

La Isla Puná es el lugar perfecto para escapar de la rutina y el estrés. Posee extensas playas que invitan al turista a descansar en este paraíso y desconectarse del ruido de las grandes ciudades y simplemente disfrutar del sonido de las olas frente al mar.
La brisa del mar, el ardiente sol y la calidez de los lugareños dan la bienvenida a quienes visitan la Isla. Allí los visitantes pueden bañarse en la playa, visitar los bosques, observar aves o montar a caballo por la arena. En alta mar es posible mirar delfines nadando.
Se trata de una maravillosa ‘joya’, diferente y exótica, que está ubicada frente a las costas de la provincia del Guayas, diagonal al cantón Playas.

Se caracteriza porque está rodeada de manglares y por ser un destino increíble para todos los amantes del turismo ecológico. Es un sitio discreto, donde la mayoría de los habitantes se dedican a la pesca y a la recolección de frutas tropicales.

Puná es  una isla encantada dentro del Ecuador, así lo denominamos ya que esta isla posee un encanto especial para cualquier turista que llega a ella. Desde que se inicia el recorrido a bordo en pequeñas embarcaciones se puede apreciar los delfines y ver a  los pelícanos como revolotean en los cielos.
Así mismo podrá experimentar recorridos a bordo por los manglares junto a los guías nativos en donde le explicarán la diversidad de flora y fauna de la zona.  
Explorar los bosques de algarrobo que abundan en esta isla escondida, es una belleza natural que invita al turista a recrearse por la mágica ruta del pescador.

La isla Puná es parte de la Ruta del Pescador que promociona la Prefectura, es la mayor isla del Golfo de Guayaquil, del cantón Guayaquil en Ecuador, está situada a 61 km. de la ciudad de Guayaquil. Posee una superficie aproximada de 919 km2., su costa Noroeste es la más próxima al continente.
Ubicada frente a la formación deltaica del Estero Salado y del río Guayas y es la tercera isla más grande del  país tras la isla Isabela e isla Santa Cruz en las islas Galápagos ecuatorianas.
 La Cabecera Parroquial es Puná Nueva, con una población de 3.013 habitantes. Dividida por el Estero Puná en: Puna Alta y Puna Baja.
Puna es destino turístico por su atractivo natural y cultural, además de ofrecer ecoturismo y playas, tiene zonas ricas en arqueología debido al asentamiento humano de los Punáes y se está transformando en un destino cada vez más atractivo, con obras que acompañan sus bellos escenarios. 

Cuatro comunidades promocionan a la isla Puná
Al llegar a la playa de Cauchiche, los habitantes de esta comuna de la isla Puná reciben a los turistas con coco en mano. Es una muestra de bienvenida al visitante. Obdulia Anastacio, presidenta de la comuna de 350 habitantes, lidera el comité de recepción. Al igual que allí, los habitantes de Bellavista, Estero de Boca y Subida Alta también se han metido de lleno en trabajar por fomentar el turismo hacia la isla situada en el Golfo de Guayaquil. Pese a que son comunas ancestrales y que los paradisíacos paisajes con playas vírgenes siempre han estado allí, es desde el 2007 en que, por iniciativa de la Prefectura del Guayas, los pobladores empezaron a involucrarse de lleno en el turismo. Vídeo ISLA PUNÁ La Isla Puná está ubicada en el Golfo de Guayaquil En este corto lapso en Cauchiche, por ejemplo, existe una Eco Hostería, inaugurada hace seis meses. Tiene capacidad para 17 personas en cuatro cabañas. Además, hay un Eco Campamento para alojar en carpas a 100 personas. “Todos los miembros de las cuatro comunidades hemos sido capacitados por el Ministerio de Turismo, Prefectura y Municipio”, dijo Francisco Parrales, presidente de la Asociación Pelícano. En Subida Alta, donde habitan 300 personas, en cambio, su gancho turístico, además de una amplia ensenada, es el mirador que les construye el Gobierno. “Es un sitio privilegiado pues desde la parte alta se tiene un paisaje marino único”, cuenta Isabel Magallán, nativa de la comuna que desde hace siete años se ha especializado como guía. Allí, al igual que en Estero de Boca y Bellavista, el turista puede optar por hospedajes comunitarios y camping. Pero, también, pasar el día y regresar al continente. Puná es parte de la Ruta del Pescador que promociona la Prefectura. Su directora de turismo, Olga Guerra, destaca que junto al Ministerio del ramo se están apoyando estas iniciativas. Vicente Quinde, de la Asociación de Lanchas Punaes, dice que el visitante tiene la posibilidad de recoger ostras y participar en la elaboración de un cebiche. También puede disfrutar de la chirimoya, fruta que tiene su festival en junio. Pero el mejor espectáculo es sentarse a observar la espectacular caída del sol. Tome en cuenta Tras un viaje  de una hora por tierra desde Guayaquil se llega al puerto de  Posorja. A Puná  se accede en lancha en unos 40 minutos, a un costo de USD 6.   Existen 15  embarcaciones que se dedican a la transportación de turistas y nativos. A los turistas  se les recomienda  llevar ropa ligera y de baño, protección solar, cámara... Un paquete  que incluye viaje  en lancha, paseos, alojamiento una noche y comidas, cuesta USD 50. En el trayecto  se pueden ver aves y delfines que suelen desplazarse junto a las lanchas.

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